jueves, 15 de octubre de 2009

iPod

Hace tiempo tuve una conversación con una amiga regresando al DF desde Zempoala en una tarde soleada. Me preguntaba sobre las cosas de la vida que me causaban felicidad. Respondí listando algunas. Pero después haciendo un análisis me di cuenta que algo que me da mucha felicidad es mi iPod. Esa máquina que va dosificando notas, palabras, colores, emociones... mensajes musicales de otros países que he recibido de algunas personas especiales. ¿Será algún signo de decadencia el que busque tanto aislarme del mundo a través de unos audífonos a un volumen elevado? Creo que podría decir incluso que tengo cierto nivel de adicción a usar esa máquina. Una amiga querida se compró el suyo hace no mucho y también noté la felicidad en su cara, o incluso más porque el suyo es más sofisticado. Digo "iPod" porque es el que usamos, pero podría ser lo mismo para cualquier otro aparato que haga lo mismo. En fin, seguiré dejando que ese aparato siga arrancándome sonrisas a lo largo del día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario