jueves, 19 de mayo de 2011

Tecnología

Seguramente ya hemos comentado en nuestros círculos de amigos algo como lo que escribiré a continuación muchas veces, pero creo que vale la pena reflexionar un momento. El concepto de tecnología es muy amplio, y esta ocasión me referiré exclusivamente a las computadoras personales y a los teléfonos celulares. Todavía hace no mucho, cuando yo iba en el CCH, el acceso a internet era un privilegio de unos cuantos, sin mencionar que la velocidad era pésima (aun en términos relativos). En esas mismas épocas, es decir finales de los noventa, los celulares eran enormes, estorbosos, con poca duración de batería y además muy caros así que pocas personas podían tener  uno. Correo electrónico.... ¿qué es eso?  Hoy platicaba con una querida amiga sobre cómo sería el mundo en una institución como esa donde trabajo sin correo electrónico. Es inimaginable para alguien de mi generación. ¿Todo el tiempo se hacían y recibían llamadas? ¿O tenían que enviarse miles de oficios que tenían eran sellados por una persona que se dedicaba exclusivamente a esa simple tarea? ¿Simplemente producían menos? Por otro lado, retrocedamos unos cuantos años más, digamos a los 80. La vida de un economista es inconcebible hoy sin la capacidad de cómputo para estimar los más simples y modestos modelos. Seguramente las técnicas se restringían a simples regresiones lineales llevadas a cabo en calculadoras científicas. Imaginen la verificación de supuestos: días, tal vez semanas... Puede ser que esté exagerando pero no me extrañaría si alguien me dice que se hacían pronósticos rayando una línea sobre una serie "a mano alzada". Hoy estamos al tanto de lo que nuestros amigos, personas admiradas e informantes están haciendo o pensando cada minuto en facebook o twitter. En cierto sentido estamos más cerca. Antes saber de un familiar que vive en otro país exigía una carta que tardaba semanas en llegar y ver las fotos de cómo las primas crecían se convertía en un tesoro de la historia familiar. Ahora, la utilidad marginal de las fotos, las actualizaciones e información de nuestras personas queridas ha disminuido tanto que casi no nos causa ninguna emoción ver las fiestas y pequeñas aventuras que se viven cotidianamente. ¿Somos mejores con este tipo de tecnología? En muchos aspectos no existe duda alguna. Las distancias se han reducido a cero, la capacidad de análisis y pronóstico de información se ha incrementado increíblemente, pero también hemos perdido libertad. Todo el tiempo estamos disponibles a través de nuestro celular. ¿Podríamos vivir adecuadamente en esta sociedad sin celular UNA semana o nos convertiríamos en una suerte de anacoretas urbanos? La necesidad de revisar continuamente el correo se ha convertido en un collar de obediencia. ¿Hay marcha atrás?

Por último les sugiero un pequeño divertimento a propósito de estas tecnologías. Si tienen cuenta en facebook, vean las sugerencias de amigos. Encontrarán una lista enorme de personas. Muchas serán conocidas y otras tantas, la gran mayoría, tendrán caras nunca vistas. Lo interesante es ver cómo esas personas tienen algunos amigos en común con ustedes, pero muchos comparten amigos que ustedes no sabían que eran amigos entre sí. Estoy seguro que encontrarán al menos 5 casos.

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