lunes, 26 de abril de 2010

Ciclotón de abril de 2010

Este domingo pasado amanecí con el objetivo de darle dos vueltas al ciclotón muy firme en mi mente. Cada vuelta es de aproximadamente 32 kilómetros, lo cual puede sonar mucho para una persona no familiarizada con la bicicleta, pero creanme, no lo es. 32 kilómetros se hacen en 2 horas yendo a un ritmo relajado y prácticamente sin esfuerzo. Tal vez por eso se dice que en la mayoría de las ciudades, los traslados cortos (menos de 7 kilómetros) son más rápidos en bicicleta (claro, esto bajo un montón de supuestos de civilidad, educación e infraestructura vial). Estas dos vueltas las haría junto a un grupo de amigos entusiastas y divertidos, una de las cuales puede verse en el video preferiblemente lúdico que incluyo al final. Pues bien, la primera vuelta sucedió muy agradablemente, a pesar de la cantidad de gente que estaba acumulándose sobre Paseo de la Reforma, que estaba acotada con unas vallas, separando la ruta del ciclotón del espectáculo que más tarde tendría lugar. Para la segunda vuelta la situación había cambiado dramáticamente. Paseo de la Reforma era un mar de gente, familias enteras moviéndose en todas direcciones, invadiendo la ruta del ciclotón, llenando el pavimento de basura, paletas de hielo derretidas, chicharrones, bombones de azúcar y cuanta comida chatarra puede haber en un carnaval, festival o desfile del día del niño. La ruta del ciclotón estaba totalmente desaparecida y hubo que tomar una ruta alterna, desviándonos del trazo original. La pregunta es: ¿era imposible diseñar un camino alternativo para éste este domingo en particular? ¿Por qué propiciar posturas antagónicas entre los paseantes domingueros que querían ver un festival del día del niño y los ciclistas entusiastas del ciclotón? Creo que todos teníamos derecho a pasar un domingo agradable. Edward T. Hall en su libro La dimensión oculta habla sobre una disciplina cuya nomenclatura él mismo propuso: la proxémica o proxemística. Ésta es una mezcla entre psicología, arquitectura, diseño, urbanismo, historia del arte y etología. Recuerdo que en algún momento mencionaba que la disposición de las calles en una ciudad, los muebles en una casa, los colores y demás elementos del diseño influían en el estado de ánimo y la manera en que las personas interactuaban. ¿Qué diría del caos sucedido ayer? ¿Será que es consecuencia una vez más de la incapacidad (propia del subdesarrollo) de llegar al más minimo acuerdo entre nuestras autoridades en todos los niveles?




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