lunes, 29 de junio de 2009

¿Votar o no votar?


Decidir entre ir a votar o no hacerlo en las elecciones del próximo 5 de julio es una cuestión que ha estado en el aire en las últimas semanas. Desde el punto de vista de la elección individual, no encuentro una utilidad clara, ya que si uno revisa los periódicos cotidianamente puede darse cuenta de que los gobiernos de todos los colores parecen gobernar de acuerdo a sus intereses personales o comprados y no necesariamente a los de la gente que votó por ellos. Siguiendo con este enfoque, me pregunto qué me brindaría una mayor utilidad: ir a votar, ir a votar en blanco, o no ir a votar y descansar en mi casa, o no ir a votar e ir al bosque a andar en bici, o no ir a votar y jugar con mi perro, o no ir a votar e ir a comer con mis amigos o ... (continúa una serie casi infinita de opciones que comienzan con "no ir a votar y..."). ¿Qué decisión me implicaría un menor costo de oportunidad? Escribo lo anterior en función de lo que explicaré a continuación. Me refiero a la importancia marginal de un voto. Supóngase que uno quiere ir al cine y va solo. ¿Cuál es la importancia relativa de la elección de uno? 100% porque la decisión es sólo de una persona. Ahora supóngase que uno va con una chica, y que en esa relación hay equidad, ¿cuál es la importancia relativa de la decisión de uno? 50%. ¿Qué pasa cuando aumenta el número de personas que tienen la decisión de votar? La importancia relativa del voto tiende a cero, cuando el número de votantes tiende a infinito... En la siguiente gráfica lo explico. Terminé con 50 votantes, ¿pero qué pasa cuando hay 1 millón, dos millones, o 40 millones de votantes? La importancia relativa de votar es, en términos llanos, cero. "¿Con qué cara vas a exigir, si no votaste?" es un argumento muy socorrido por las personas que llaman a ejercer ese derecho, legitimando lo que yo considero un teatro donde los espectadores acuden ilusamente. Al pagar impuestos tienes toda la cara para exigir. Y no nada más impuestos indirectos, es decir al consumo (IVA, IEPS...) sino también impuestos directos, o sea al ingreso (ISR, IETU). "Qué poca conciencia tienes", dicen otras personas. ¿Qué tan comparable es esa "poca conciencia" con la "poca" o más bien nula -diría yo- importancia marginal que tiene mi voto? Teniendo en cuenta que es innegable que la importancia marginal de mi voto es prácticamente cero, estoy pensando mi decisión: votar o no votar. Acudir o no acudir a ese teatro donde sólo unos se benefician mientras la mayoría es expectadora sin memoria. Les recomiendo que lean esta nota de FREAKONOMICS:

http://www.nytimes.com/2005/11/06/magazine/06freak.html

5 comentarios:

  1. Me parece muy buena tu reflexión, yo también he estado pensando si votar o no. Concuerdo en que un voto no importa mucho para el resultado (sin importar lo que digan) tal vez la diferencia es sólo para ti en cuanto a tu percepción de creer que tu voto puede ser decisivo. Lo que importa al final son los grandes conglomerados de personas votando por una u otra opción. La otra es que si cada vez menos personas votan entonces tu voto cuenta más, lo que sea que eso signifique. En fin, yo tambien estoy pensando sobre eso...

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  2. Estoy de acuerdo contigo parcialmente. No creo que el voto sea la única actividad política que el ciudadano deba ejercer. Ni siquiera que sea la principal. Por lo demás, la idea del voto nulo está cobrando fuerza con ciertos objetivos: el más importante es dar a conocer a los partidos políticos la inconformidad que cierto sector de la ciudadanía tiene con el sistema electoral y los mecanismos de rendición de cuentas. Una de las consecuencias inmediatas que podría tener el voto nulo es la desaparición de partidos políticos pequeños, ya que si cobra relevancia el número de boletas anuladas, éstos no alcanzarían el mínimo de sufragios para conseguir su registro. (Este punto me parece el de más beneficio, ya que la existencia de instituciones como PSD, Convergencia, etc, solo entorpecen el accionar político; lástima que no se pueda deteriorar a los grandes protagonistas: PRI, PAN y PRD.)

    Además, existe una organización respecto a este "movimiento" que pretende que luego del 5 de julio las personas que anularon su voto canalicen sus esfuerzos para proponer cambios. En la edición más reciente de "Proceso", es decir la que se dio a conocer el 28 de junio, Denise Dresser enumera varias razones para sumarse al sector de la ciudadanía que anulará su voto.

    También creo que hay ciertas acciones que uno no puede medir con los parametros que comentas: los movimientos sociales cobran fuerza por la unidad y ésta está conformada por la suma de las personas que la integran. La decisión es muy fácil: si no estás de acuerdo con el sistema de elección político, con la manera en que los actores políticos realizan sus actividades sin responder directamente a la ciudadanía que los eligió, anula tu voto. Andar en bicicleta seguro lo puedes hacer antes o después de votar. Repito: la participación no debería quedarse en hacer efectivo el sufragio. Éste es solamente uno de los mecanismos de participación.

    Saludos,

    Abel

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  3. Estoy de acuerdo contigo parcialmente. No creo que el voto sea la única actividad política que el ciudadano deba ejercer. Ni siquiera que sea la principal. Por lo demás, la idea del voto nulo está cobrando fuerza con ciertos objetivos: el más importante es dar a conocer a los partidos políticos la inconformidad que cierto sector de la ciudadanía tiene con el sistema electoral y los mecanismos de rendición de cuentas. Una de las consecuencias inmediatas que podría tener el voto nulo es la desaparición de partidos políticos pequeños, ya que si cobra relevancia el número de boletas anuladas, éstos no alcanzarían el mínimo de sufragios para conseguir su registro. (Este punto me parece el de más beneficio, ya que la existencia de instituciones como PSD, Convergencia, etc, solo entorpecen el accionar político; lástima que no se pueda deteriorar a los grandes protagonistas: PRI, PAN y PRD.)

    Además, existe una organización respecto a este "movimiento" que pretende que luego del 5 de julio las personas que anularon su voto canalicen sus esfuerzos para proponer cambios. En la edición más reciente de "Proceso", es decir la que se dio a conocer el 28 de junio, Denise Dresser enumera varias razones para sumarse al sector de la ciudadanía que anulará su voto.

    También creo que hay ciertas acciones que uno no puede medir con los parametros que comentas: los movimientos sociales cobran fuerza por la unidad y ésta está conformada por la suma de las personas que la integran. La decisión es muy fácil: si no estás de acuerdo con el sistema de elección político, con la manera en que los actores políticos realizan sus actividades sin responder directamente a la ciudadanía que los eligió, anula tu voto. Andar en bicicleta seguro lo puedes hacer antes o después de votar. Repito: la participación no debería quedarse en hacer efectivo el sufragio. Éste es solamente uno de los mecanismos de participación.

    Saludos,

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  4. Hola. No es estoy de acuerdo con tu método para mostrar el grado de importancia del voto, pues creo que no consideraste todas los posibles resultados de una votación, me explico; consideremos el caso donde sólo haya dos partidos para elegir, A y B. Sin importar el número de votantes, hay un gama de posibles resultados que podemos expresar con una simple proporción (PA) del número de votos por el Partido A y el total de votos. El valor de A está entre 0 y 1, donde el 1 indica que todas las personas votaron por el partido A y el 0 que todas votaron por el Partido B. Pues bueno, tu idea de voto “marginar inútil” es cierta siempre y cuando el valor de PA esté cerca de 0 o 1, sin embargo entre más próximo esté a .5 mayor será el valor del UN VOTO, e incluso podría ser decisivo. Esta idea funciona para n cantidad de partidos. Ahora, ¿Qué que tan probable es que presente una elección cerrada como la que describo? Pues basta con que recuerdes el 2006 y elecciones en otros países.

    El anterior es un simple argumento matemático que responde a tu idea expresada con la gráfica, en otra ocasión, si gustas, podemos discutir sobre la importancia del voto bajo otras perspectivas.

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  5. Estoy de acuerdo contigo Luis. Sin embargo, creo que omitiste cierta información. ¿cuál es la probabilidad de que una elección se decida por un sólo voto? Según Abel, quien también comentó esta entrada, las elecciones presidenciales de 2006 se "decidieron" por una diferencia de cerca de 300 000 votos. Según recuerdo, estas han sido de las elecciones presidenciales más cerradas de los últimos tiempos. Aun en este caso raro, cuál es la utilidad marginal de un voto individual? 1/ 300 000, lo cual me parece prácticamente cero. Peor aun: en este sistema político que vivimos, crees que si se diera el remotísimo caso en que una elección se decidiera por un voto de diferencia, se respetarían los resultados de la elección? Creo que la respuesta es un claro "no" puesto que todos sabemos la falta de aseo que es tan frecuente en estos procesos. El enfoque que yo estoy expresando aquí es el de la elección individual. Evidentemente desde el punto de vista poblacional una p de .4 > que una p de .2, y en a este nivel creo que los únicos interesados son los partidos políticos. La decisión entre votar o no votar, al ser el voto algo INDIVIDUAL, creo que debe analizarse desde la perspectiva de la elección individual, a menos, claro, que vivas de un partido político. Gracias por tu comentario y creo que ha enriquecido la discusión.

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